Carlos Jairrán está transformando su entorno en Colombia. Es un artista venezolano que tiene un talento fuera de serie.
Tiene 27 años y, desde niño, modelaba figuras en plastilina como un juego. Estudió Artes Plásticas en Caracas, sabiendo que el sector es algo “hostil y cerrado”, sobre todo en este continente. Logró crear su propio estudio, fue comisionado con varias esculturas y pudo posicionarse con unas exposiciones importantes, entre ellas, en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.
Luego de unos años, llegó a Colombia a dar talleres de escultura. Aquí también montó su propio estudio; es maestro de escultura en la Escuela de Artes EFAI y, lidera el proyecto de escultura clásica Armatura, recreando con su propia interpretación las siluetas y actitudes de Aristóteles, Julio César, Bach, Beethoven, Poseidón y otros grandes de la historia y la mitología.
Para Carlos, el inicio en Colombia no fue fácil. Sucede frecuentemente que las personas, incluso las que se la pasan hablando de la economía naranja, se impresionan con su arte, y ya. Sin embargo, otros han apoyado sus obras y hoy, Carlos tiene la inmensa misión de velar por su familia en varios países con lo que gana.
Ahora está desarrollando un proyecto expositivo para mostrar su estadía en Colombia, narrada a través de esculturas propias. Su sueño es tener una academia de bellas artes algún día, en Bogotá.
Este perfil fue publicado en el trabajo Emprendedores venezolanos que le ponen el alma a Colombia
Fotos: Daniel Hernández